El soriano Fermín Herrero Redondo ha ganado la XXIV edición del Premio de Poesía Gil de Biedma, que convoca anualmente la Diputación de Segovia en recuerdo del poeta nacido en la localidad segoviana de Nava de la Asunción.
Licenciado en Filología Hispánica en la Universidad de Zaragoza, Herrero Redondo ha obtenido el Gil de Biedma con el poemario titulado "La gratitud". Natural de Ausejo de la Sierra (Soria), el ganador ha publicado hasta la fecha once libros de poesías. Colaborador de distintas revistas literarias, el poeta soriano había ganado ya algunos premios, pero ninguno del prestigio del Gil de Biedma, en el que sustituye a Joaquín Pérez Azaustre, y que está dotado con 10.000 euros aportados por la propia Diputación de Segovia.
El jurado hizo público hoy su fallo en el salón de plenos de la Diputación. Presidido por el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, el jurado estuvo integrado por Luis María Ansón Oliart, Antonio Colinas Lobato, Juan Manuel de Prada Blanco, Pere Gimferrer Torrens, José María Muñoz Quirós, Carlos Fernández Aganzo, Jesús García Sánchez (de editorial Visor) y el coordinador del galardón, Gonzalo Santonja, actuando como secretario el jefe de Servicio de Cultura de la Diputación, Emilio Lázaro.
El accésit del premio, dotado con 3.000 euros aportados por Bankia, ha recaído en el poeta salvadoreño Luis Alfredo Colocho Borja por el poemario "El disparo. Cuentos del barrio". Licenciado en Letras por la Universidad del Salvador, Colocho ha ganado también distintos galardones en Nicaragua o México, y es colaborador de diferentes revistas literarias.
Un total de 1003 poemarios se habían presentado a la presente edición del Premio Gil de Biedma, es decir, un 28% más de trabajos que en la última edición, dando muestras de la solidez y el prestigio que tiene el certamen, uno de los más importantes, si no el más importante, de poesía en lengua castellana.
El éxito del galardón estriba, según su coordinador, Gonzalo Santonja, en su apuesta por la pluralidad. No es un certamen de un determinado estilo poético, sino de todos, pues repasando los trabajos ganadores del premio uno se encuentra con las distintas corrientes poéticas de las últimas décadas.
No lo tuvo nada fácil el jurado a la hora de elegir este año las obras premiadas, dado el nivel de los poemarios presentados. Una circunstancia que llevó al perjurado a seleccionar 17 obras para la ronda final, cuando en ediciones anteriores el número de finalistas era bastante inferior.
El jurado tuvo que recurrir a varias votaciones para elegir el trabajo ganador, según desveló hoy su presidente y presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, quien agradeció el trabajo tanto de los miembros del prejurado como del jurado, y de los trabajadores de la institución provincial. Las obras presentadas al Gil de Biedma, apuntó Vázquez, "recogen una gran diversidad de voces, sentimientos y realidades; y expresan angustias, esperanzas y o la búsqueda de una vida mejor En otros casos, hablan de gratitud y amor"
El presidente de la Diputación señaló que este Premio constituye una señal del "compromiso de la institución que presido con la cultura y con la cultura con mayúsculas", mientras anunció la organización de distintos actos con motivo de la celebración el año que viene de las bodas de plata del Premio, que coinciden con los 25 años de la muerte de Jaime Gil de Biedma
Por su parte, el coordinador del premio, Gonzalo Santonja, agradeció también el trabajo realizado tanto por el prejurado como por el jurado, y elogió el esfuerzo de los trabajadores de la Diputación, que han conseguido "controlar en tiempo y forma los 1.003 libros presentados".
Sosiego y desolación
A su juicio, el fallo del jurado de este año es un buen ejemplo de la idiosincracia del Premio Gil de Biedma. El poemario de Fermín Herrero "es sosegado, pero tiene tensiones por dentro", mientras que el de Luis Alfredo Colocho " es muy desolado". "Estos dos libros –insistió- confirman las características del Premio: absolutamente universal, abarca todas las estéticas y es un galardón de poesía, sin adjetivos"
"La gratitud", dijo, es un libro "muy trabajado". "Hay un canto de la belleza de lo humilde. El tiempo es el tiempo de la civilización tradicional, que se mide por los ciclos agrícolas. Ese tiempo le da un tono otoñal y nostálgico, pero que no piensen en un libro ruralista".
Respecto al libro de Colocho, Santonja apuntó que "nace en una realidad muy dura". "Es un libro muy desolado, doblemente comprometido, en la denuncia de la realidad y en el compromiso con la palabra".
"Es un libro muy contundente y conseguido, y muy duro", añadió, recordando que incluye poemas de títulos tan desgarradores como 'Bala perdida' o 'Disparo que concluye'
De los 1.003 poemarios presentados este año, un total de 568 proceden de la geografía nacional y los 435 restantes de 31 países distintos. Destacan, como en años anteriores, los trabajos llegados de Iberoamérica, pues, como explicó hoy Santonja, este es "el Premio de el español". Así, de Argentina son 96 de los trabajos, de México 77, de Colombia 54, de Cuba 53, de Chile 33, de Perú 32, de Venezuela, 17 y de EEUU, donde el español sigue creciendo, 16. De Uruguay 12, de Ecuador 10, República Dominicana 8, de El Salvador 7, de Costa Rica 5, Guatemala tres, de Paraguay y Puerto Rico dos; de Honduras, Nicaragua y Panamá uno. También se ha presentado uno desde Israel, escrito en ladino.
El resto de las obras han llegado de Francia seis; de Italia cuatro; de Canadá tres; de Finlandia dos; y de Bélgica, Brasil, Estonia, Grecia, Nueva Zelanda y Suecia uno
En 2013 se presentaron 781 poemarios, 499 de ellos desde España y el resto de 33 países distintos.